domingo, 27 de noviembre de 2016

DIA 4 - MARTES 22 - UNA DE ENREDOS

Clima traicionero? bikini de lana.
Nos levantamos con la rutina del café, cerca del mediodía. El edificio tiene como diez pisos, y el departamento está en el segundo. Las ventanas dan a un cilindro cúbico interno que las palomas y otras especies usan de aguantadero. Uno debe sacar la cabeza por la ventana, estirar el cogote girando la cara hacia el cielo. De ese modo, se obtiene minimamente un dato climático del que aferrarse al momento de elegir la ropa que vas a usar en la calle. Mariela tiene un teléfono al que a veces le habla. Aprieta un botón y pronuncia el siguiente estímulo: "temperatura", ella dice. Y el aparato reacciona, demostrando mayor capacidad de elocuencia que ella: "la temperatura en MDP es de 21 grados". En esta ciudad, con esos datos no tenés nada asegurado. Al salir del edificio el portero expuso sabiduría local: "acá tenés que salir con el paraguas y el bronceador".

Shopping Los Gallegos:
el triangulo de las
bermudas color caqui.
Llegamos al cine un rato antes de hora. El lugar era un pequeño shopping en forma de triangulo llamado "Los Gallegos". Las tres cosas me parecieron bien. Quiero decir, los shopines cuanto más pequeños mejor, y también me gustan los gallegos, y ni hablar de mi figura geométrica preferida: el triángulo.

Aprovechamos el tiempo para sacar entradas de los próximos días y entramos a la sala:

Los Modernos: una peli uruguaya, de la competencia latinoamericana. Decían una comedia con temática de jóvenes adultos que están en pareja pero no quieren asumir del todo ciertos compromisos. Había una frase en la descripción que me interesó particularmente: decía algo así como que a esos jóvenes se les enredaban sus miedos y sus fantasías. Quería ver cómo. Y vaya si sucede en esta historia magnífica, protagonizada por uno de sus directores, en plan hago una película honesta sobre lo que nos pasa y sigue siendo cine. De hecho, uno muy bueno.
Cómo olvidar la escena en que Noelia Campo
y Uma Thurman se toman unos mates con Woodie Allen.
Además de la honestidad en el conflicto y su desarrollo, la película era muy graciosa. Una comedia de enredos de relaciones, con planteos existenciales muy reconocibles (si tenés un hijo lo más probable es que tengas que abrocharte un laburo de mierda y dejarte de joder con otras pibas). La podría haber hecho Woodie Allen, si fuera un uruguayo de 30 años. La puesta en escena, locaciones, el sobrio blanco y negro, los planos, eran puras soluciones para que la historia y los diálogos fluyan sin estridencias ni interrupciones. Una prolijidad en el lenguaje aplicado que fomenta el desarrollo de lo guionado y la empatía con esos personajes, sus reacciones y posturas ante las diversas situaciones. Aún así, quedó lugar para situaciones fantásticas.
Y el brillo de esa estupenda acriz protagónica que pide premiación al final del festival.
La sala entera se mató de la risa. Los realizadores se presentaron bastante emocionados. Dijeron que venían presentando la peli en Uruguay y España, pero este había sido el mejor público. Yo le creí, porque entre dicha gente estábamos nosotros.

Salimos del shopping y caminamos por la belgrano hacia la playa. Almorzamos en una pecera vidriada llena de ofertones de minutas. Pensé que estos textos deberían llamarse "Crónicas napolitanas con fritas", o simplemente "La crónicas Milanesas", pero mirá si algún día viajo a Milán, Italia, y me da por escribir.
Mar del Plata Film Fest: Festival
Internacional de la minuta al paso

El morfi y el viento nos condujeron hacia una siesta en el depto. Mas tarde veríamos una de la competencia oficial en el auditorio. Nos despertamos medio zombis y bajamos a ver la peli. Llegamos sobre la hora, con el auditorio colmado. Nos ubicamos en uno de los laterales, bastante adelante. Se veía joya.

El poster era
hermoso.
Free Fire: una peli inglesa, que se supone era más canchera e inteligente que las típicas películas de acción porque se supone que los ingleses son más inteligentes que los yanquees y por eso se hacen los cancheros, o algo así. George Constanza diría "eurotrash". En fin, que me llamaba la atención que una pelí así estuviera en la competencia internacional. Además un poco me gustan las películas de Guy Richie y aposotaba que sería algo así. Y más o menos...
Resultó ser una comedia de enredos durante un gran tiroteo. Tenía unos personajes super mega cancheros, de esos que pueblan las series de Netflix. Por los demás, era entretenida. Pasado mañana me la olvido para siempre. Los disparos iban y venían, y sonaban tan fuerte que me hice la idea de que era un buen momento para matar a alguien dentro del cine.

como es arriba es abajo.
Después de la hora y media de ingleses disparándose frases sagaces, nos fuimos a tomar unas birras a un bar. No había nada de viento. Cuando cruzamos la plaza, la fuente apagada que tiene una estatua de Piazzolla al lado ofrecía un singular espectáculo: un espejo de agua super perfecto reflejaba un segundo universo, opuesto al que conocemos, e invitaba a tirarse de cabeza a nadar por el cielo.

Cuando volvimos a dormir, en la oscuridad del dormitorio, me dio por pensar en todas esas pelis que no pudimos ir a ver. Mañana sería otro día, creo.

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